Un equipo pequeño, con una pasión en común
¿Recuerdas esa fracción de segundo antes de hacer clic en una ficha y esperar, realmente esperar, que no vuele todo el tablero? Esa es la magia con la que crecimos. Para nosotros en Minesweeper24, no era sólo un juego escondido dentro de viejos sistemas operativos, era el ritual. Lo que encendíamos entre las redacciones de la universidad o mientras fingíamos «trabajar» en 2003.
Avanzamos unas décadas (sí, nosotros también parpadeamos), y aquí estamos: cuatro amigos cuarentones, todavía obsesionados con esa mezcla perfecta de lógica, suerte y adrenalina de bajo riesgo. Sólo que ahora, hemos cambiado nuestro dormitorio compartido por una acogedora sala de desarrollo, y nuestro objetivo es sencillo: traer de vuelta el Buscaminas, online, sin descargas, sin alboroto. Porque nunca dejó de ser increíble. Sólo necesitaba una segunda vida.
Construido con amor, y un poco de nostalgia
Buscaminas24 no es un estudio gigante ni una bestia respaldada por VC. Somos nosotros, cuatro desarrolladores de toda la vida con debilidad por las cuadrículas de píxeles y los casi fallos. Hemos invertido años de experiencia (y un buen número de noches de café) en crear una versión del Buscaminas que vuelva a ser familiar, rápida y divertida.
Queríamos que se cargara al instante, que funcionara en tu teléfono y que te siguiera planteando ese dilema de «¿es un 2 o un 3? Y no nos detenemos ahí. Tablas diarias, modos de desafío, escaleras globales… sí, el clásico ha crecido un poco, pero no demasiado.
Seguimos siendo los mismos que nos volvemos locos marcando esquinas y ganando con una sola ficha. Y si eso también te suena a ti, bueno… estás en el lugar adecuado.
¿Por qué lo hacemos?
¿Sinceramente? Porque alguien tenía que hacerlo. Demasiados grandes juegos de la primera era de la web desaparecieron o quedaron enterrados bajo ventanas emergentes y muros de pago. El Buscaminas se merecía algo mejor. Así que decidimos arreglarlo. Sin instalaciones. Sin anuncios raros. Sólo un juego de lógica a la antigua usanza, reimaginado para el mundo en que vivimos ahora.
No intentamos reinventar la rueda, sólo pulirla, darle un hogar y quizá sorprender a algunas personas que olvidaron lo satisfactorio que puede ser ese clic final. Así que tanto si eres un barrendero veterano como si lo descubres por primera vez… bienvenido. Ven a jugar unas rondas. Revive la emoción. Ya sabes dónde hacer clic.